Tutto vivo, niente morto! Cada vez que Vinicio aparece sobre el escenario me siento como L´Uomo vivo, abrazada y convidada por mis amigos tras el abandono del Padre Eterno. Abrió la velada un mago al que no todo le salía a la primera, y eso era parte de su encanto, como pudimos comprobar a lo largo del Solo show, entre bengalas, fuegos de colores y equilibristas. Vinicio presidió desde un púlpito lateral. Habló bastante en español, extendió la rojigualda cual capote torero olé, puso el himno patrio y cuando nuestra estupefacción ya sólo encontraba como excusa el mundial, sonó Marajá, todo cobró sentido y terminó la suspensión de nuestras facultades. Tocó temas viejos –Marcia del Camposanto– y nuevos –Il paradiso dei calzini, la tierna historia de los siameses separados en vida, los calcetines-, acuáticos -no el tragicómico Medusa cha cha cha, pero sí uno nuevo dedicado a un pulpo y su 8abrazo, escrito junto a Calexico, cuyo viento tiñó de metal toda la noche, que supo menos italiana y más española y mexicana y westamericana-, greco-romanos –Brucia Troya, Al Colosseo-, bíblicos –L´Uomo vivo, con un zancudo con camisa de fuerza azuzado por un enmascarado-, lentos y románticos –Che coss´è l´amor, Signora luna, Con una rosa-, rápidos –Dalla parte di Spessotto, “si no funciona, quiere decir que está roto”- y, gracias al infierno, Il ballo di San Vito, con el que revivimos sacrificios animales hechos junto al fuego en noches regadas con sangre y disfrutados sin asco, miedo ni culpa. Con su sonriente barba, Vinicio cantó, tocó el piano, las guitarras, el acordeón, resonó a través de sus máscaras, se puso bajo sus varios sombreros. Poca gente –que parecía aún menos en comparación con las dimensiones del espacio Puerta del Ángel-, pero muy entregada y cada vez más animada. Sonó tan bien que hasta nuestros corazones secos se acostaron sonrientes. Bailando y saltando frente al escenario dejamos nuestros calvarios y nuestros sudarios, nuestras cruces y nuestras penas. Con Vinicio resucitamos en vidas pasadas.
Vinicio Capossela. Solo show
Veranos de la Villa. Espacio Puerta del Ángel. Madrid
Domingo 18 de julio de 2010, 22:00 h. (hasta pasada la media noche)
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