«A propósito de la resurrección de la carne, los teólogos cristianos se preguntaban, sin llegar a encontrar una respuesta satisfactoria, si el cuerpo resucitaría en la condición en que se hallaba en el momento de la muerte (acaso viejo, calvo y sin una pierna) o, al contrario, en la integridad de la juventud. Orígenes cortó de cuajo estas disputas afirmando que no será el cuerpo lo que resucite sino su figura, su eidos.»
Giorgio Agamben, Profanaciones, 34. Barcelona, Anagrama, 2005. Trad., Edgardo Dobry.
Eidos es el término platónico para referirse a las Ideas, a las Formas, al objeto de contemplación teórica, al modelo o paradigma del cual todo lo sensible es copia.
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